Nuestro trabajo como coloristas consiste en controlar el color y la luz, en concreto cerrar el camino recorrido por el Director y DoP, junto con sus ayudantes, DITs y Gaffer, después de la preproducción y el rodaje.
Y hacerlo tanto desde la perspectiva técnica como creativa: en el sistema de corrección de color que elijas (Davinci, Mistika o Baselight) y en conjunción con el sistema de monitorización de tu sala (calibrado y verificación: garantizar que cumples las normas para 709, DCI P3, diferentes HDR, etc).
SITUACIÓN FUERA DE LA SALA
La entrada del HDR sumado al SDR parece haber aumentado bastante la entropía natural, que siempre ha estado presente.
Tenemos un problema serio en la industria audiovisual y es que existe un pitorreo de codecs, compresión, cambio de gammas que introducen hoy en día la distribución de teles, distribución web (vimeo, youtube, etc) y cines que cambia constantemente y fuerza a los profesionales del sector a «innovar o morir»
Todo el mundo reinterpreta los estándares, y eso, al final, es una falta de respeto a los creadores y al espectador que pierde un buen porcentaje de la calidad e intención de la experiencia.
Nunca los tiempos son perfectos pero durante unos años los estándares estaban muy claros, otra cosa es que se cumplieran. Había lamparas subvoltadas para durar más en los cines, cines que proyectaban rebotando en un espejo, a través de un cristal con polvo desde 1800, lentes de proyección horrorosas, desenfoques, etc… y en las teles cambiaban la saturación y contraste a su gusto para «mejorar» la experiencia (con dos… y un palito) o introducían unos procesos internos, como ahora, que degradan la calidad de la emisión, así que tampoco es que fuese todo mejor.
Ahora, cuando llega a una cadena el material, se comprime al formato propio que tengan de emisión y en ese proceso, no solo se le quita definición, también contraste, saturación, etc…
Lo mismo pasa cuando lo subes contenido a la web: cada uno, desde Youtube a Vimeo, comprime tu material y le cambia la gamma como ellos consideran, perdiendo definición y alterando el trabajo previo. Por eso no se verá igual el mismo video subido a Vimeo o a Youtube, a Instagram o a Tiktok.
Por no hablar de los smartphones, que si comparas tres marcas diferentes, una pantalla al lado de la otra verás los grandes cambios que se dan entre ellas: desde dominantes magentas, negros muy bajos, brillos…
Estamos en una era en la que hay mucha mezcla de soportes físicos y digitales y en la que los estándares de calidad parecen estar haciendo aguas, con el fin de aumentar el consumo y la diferenciación tecnológica entre las marcas, para la compra de TV y móviles y la independencia de softwares.
JUGANDO A NOSTRADAMUS:
Como todo aumento del Kaos tiende a reequilibrarse parece que algunas cosas si se están posando en su sitio.
El HDR sí se va a quedar con nosotros, pese a unos inicios titubeantes, y pese no acabar de convencer a muchos creadores, parece que a las cadenas y a las mayors sí que las ha convencido y al final, el dinero manda.
Como el color, el sonido o el soporte digital, permite cambiar la experiencia del espectador y por eso, creémos que en el futuro lo veremos como un potencial que usaremos más o menos dependiendo del proyecto, como toda nueva tecnología llevará un tiempo dominarla a los creadores pero también a los fabricantes. Parece que un standard en 4k (UHD) HDR y SDR va a ser un master que nos va a acompañar un par de años como producto de entrega (veremos que pasa con el 8k).
Por otro lado, tenemos cada vez más claro que, en lo físico, el OLED y sus variables WOLED y QLED, van a caer, ya no solo de sets y estudios, sino seguramente también de las pantallas de consumidores y de la propia fabricación. Y es que estamos viendo a marchas aceleradas, cómo se descatalogan los modelos rápidamente y cómo reciben críticas crueles por parte de muchos especialistas. Desde hace mucho tiempo, Steve Shaw entre otros, las criticaba por los problemas que generan de uniformidad y de memoria, por no hablar de su caída de rendimiento superacelerada y su imposibilidad para calibrarlos correctamente.
Unos negros tan profundos como las irregularidades que genera, que los profesionales no deberíamos aceptar, porque nos dificultan mucho valorar el trabajo o nos pueden llevar a compensar zonas que realmente no lo necesitan (a partir de 24“ estamos viendo que casi imposible una uniformidad aceptable a lo largo de la pantalla y los niveles de luz).
Claramente los fabricantes de monitores de referencia profesionales ya han virado hacia el LCD, con dos variables.
La primera, el sistema para preservar negros más profundos tipo OLED:
LMCL LCD (Light Modulating Cell Layer Liquid Crystal Display( que reduce el halo y aumenta el contraste). En esa gama FSI XM311k, SONY BVM- HX310, etc.
El LMCL que se introduce entre el backlight y el LCD reduce un 70% aproximadamente de la luz, por lo que el límite por ahora es de 1000 nits. En adelante, habrá que ver en qué cantidad de luz queda. Tengamos en cuenta que va a usar constantemente más luz por el filtro LMCL y por tanto se va a desgastar antes por ese filtro. Si bien es cierto que hasta hora nos movíamos entre 100-120 nits y no está clara la proyección de demanda de nits aunque parece cada vez más claro la cifra de 1500-2000 nits como necesaria para que influya el HDR el monitor del salón de las casas.
La otra opción que se está trabajando es con el control de arrays para reducir el halo de los LCD; cuantas más zonas de control mejor.
Aquí destaca el FSI XM310k con 3000 nits y unos algoritmos mejorados para reducir el halo, tiene más de 2000 arrays controlables, mejora claramente al Dolby 4220 que ha sido un gran monitor de referencia, en esta categoría se encuentra también el fallido XDR de Apple, que se quedó por desgracia en una promesa vacía.
Teniendo en cuenta que solo se va a producir en situaciones de objetos pequeños y mucho contraste, muchas compañías se han animado a usarlo sobre todo por la garantía de afrontar cualquier demanda de luminosidad de HDR presente o futura.
En cualquier caso, más allá de los dilemas de los monitores de referencia, tengamos en cuenta que cualquier tecnología de las arriba mencionadas está a años luz de la calidad de visualización de cualquiera de las tecnologías de usuario y los problemas de visualización de los distribuidores sólo se resolverán vía demanda de las productoras, puesto que un organismo que gestione eso a nivel internacional a día de hoy parece inviable.
¡Let´s Punk!